En el día de ayer, a las 8 de la tarde aún ardía la calle al sol de poniente. Frente a los miles de ayuntamientos, a la misma hora en todos estos pueblos y ciudades de todo el país, miles y miles de personas nos concentramos para condenar el asesinato de Samuel. No hace ni un mes que lo hicimos contra los crímenes machistas y ya, por desgracia, hemos perdido la cuenta de a cuántas más hemos asistido, para qué los hastags de las redes sociales, olvidados los nombres de las víctimas y las rutinas de los homenajes y minutos de silencio no se queden en algo vano hay que seguir luchando para combatir esta lacra, cambiar de una vez por todas las mentalidades de unos pocos retrógrados que quieren prohibir a las personas a quien amar.