Adelante considera necesario el respeto de nuestro patrimonio y un desarrollo respetuoso con el entorno
Desde el Grupo Municipal de Adelante Alcalá de Guadaira nos hemos opuesto a la modificación del PGOU para regular las zonas del municipio en las que se pueden instalar plantas de energía fotovoltaicas.
El rechazo de Adelante no se debe a que nos opongamos a la generación de energías alternativas, ni mucho menos; nos oponemos especialmente por designar como zona preferente el norte del municipio, es decir, todo el territorio que se extiende al norte de la zona que incluye dehesa, olivares, terrenos agrícolas y acuíferos.
Esta zona conocida por los y las alcalareñas como cuchipanda incluye toda la zona que hace siglos era denominada el Zahel, es decir, llanura en árabe, rica en agua, productos agrícolas, huertas, dehesas, y la zona más productiva del municipio. Desgraciadamente desde finales del siglo pasado esta zona ha sido considerada por los distintos equipos de gobierno como industrial, ignorando toda la riqueza patrimonial y de desarrollo agrícola que tiene, de hecho se han destruido ruinas romanas o incluso anteriores, se han canalizado sus manantiales y parte de la zona ha sido totalmente destruida por las actividades extractivistas de la empresa cementera.
Creemos que es el momento de reconocer la riqueza de esta zona, donde se sospecha circula una calzada romana, esconde ruinas de lo que eran pequeñas factorías dedicadas a la almazara, molinos de harina, producción de higos, y de todo tipo de ganado dada la productividad de sus tierras y el acuífero que la recorre subterráneamente.
Las plantas fotovoltaicas no son tan destructivas como otras empresas, sin embargo sí afectan a toda la biodiversidad, incluyendo la arboleda, plantaciones y fauna (liebre, perdices, erizos, zorrillos, meloncillos, aves) que actualmente es más importante que nunca preservar. Es por lo que se debe de potenciar, bonificar, el autoconsumo con la instalación de placas fotovoltaicas en azoteas y tejados de las viviendas, para así combatir el cambio climático y no tener que ocupar espacios de tan rico patrimonio cultural y natural, además de reducir la factura eléctrica doméstica.