Once Tipuanas han sido sacrificadas aún siendo de los árboles más eficaces contra la contaminación atmósferica
En Alcalá de Guadaíra a 21 de junio de 2019. Adelante Alcalá de Guadaíra se pronuncia sobre la tala radical de numerosos árboles en pleno centro de Alcalá, donde el gobierno municipal ha ordenado cortar completamente un conjunto de árboles de gran porte que formaban una importante y agradable arboleda alrededor del Centro de Servicios Sociales y la Oficina de Empleo.
El equipo de gobierno asegura que las raíces dañan los acerados, cuestión bastante lógica con treinta años de antigüedad que tienen, sin embargo nadie pone en duda que es asfaltado de los viarios hay que repararlos cuando se deterioran y no por ello se prohíbe el tráfico rodado de vehículos.
En estos tiempos de cambio climático hasta el último árbol es necesario. Es bien sabido que los árboles no solo recogen de la atmósfera grandes cantidades de los gases de efecto invernadero, como el CO2 que tanto daño están haciendo al clima. Además, el árbol de gran porte, crea a su alrededor un microclima con más humedad y menos temperatura, y su sombra disminuye la insolación y baja las temperaturas de calles y edificios, ahorrando importantes cantidades de energía
en las construcciones que los rodean.
Únicamente se puede justificar una tala radical ante una grave e intratable enfermedad de un árbol. Desde luego no un asunto de menor importancia como el daño a un bordillo, alcorque o acerado, que tras más de 20 años ya les toca una reparación, fácilmente solucionable con pequeñas obras de ampliación y desmonte de las raíces que sobresalen.
De toda esta barbarie arboricida se pueden sacar importantes enseñanzas. La primera debería ser que los técnicos municipales deben seleccionar los árboles para que hagan el menor daño posible al entorno urbano, esta situación no se ha tenido en cuenta, de hecho el gobierno reconoce que esos “árboles no son aptos para el viario público”, entonces, ¿Por qué se plantaron?.
Segundo, las ordenanzas de urbanismo exigen que los árboles talados se repongan, pero reponer un árbol de gran porte con unos naranjos no es lo adecuado, porque el naranjo es de bajo porte, sus sombras son pequeñas, y deben ir acompañados o sustituidos por otros árboles de amplia copa para obtener todo el beneficio climático que se necesita.
Y tercero, no hace más de dos meses se hizo, en época no adecuada, una poda brutal de numerosos árboles de Alcalá; decían que para mejorar la sombra, algo realmente chocante. Alcalá necesita urgentemente una Ordenanza Reguladora que cuide, proteja a los arboles del gobierno municipal, reponga y replante el mayor número de árboles posibles en nuestra ciudad, es la mejor adaptación al cambio climático y en breve tiempo, unos años, empezaremos a entender la necesidad del árbol, nuestro mejor aliado en esta larga lucha para adaptarnos al cambio climático.
El ficus (este es famoso, incluso se comercializa como ‘tragahumos’), el plátano de sombra (por su resistencia), el brachichiton, la acacia y la tipuana son otras de las especies más frecuentes en los barrios malagueños y allí no se plantean la tala como opción. Y da la casualidad de que son también, junto a otras varias, las más aptas para contrarrestar la contaminación atmosférica de la ciudad.
Desde Adelante Alcalá de Guadaíra exigiremos responsabilidades por este acto, y trabajaremos para que no se vuelva a cometer semejante tropelía, y para que el municipio tenga una Ordenanza de protección de su arbolado en la ciudad, y en todo el término municipal.